Atrás quedaron los tatuajes y la micropigmentación tradicional, de resultados permanentes y prácticamente irreversibles. Lo último en diseño de cejas es el «microblading», una técnica de pigmentación semipermanente con resultados más naturales que el clásico tatuaje. Es un tratamiento ideal para personas con cejas poco pobladas o que han ido perdiendo vello con el paso de los años, o como consecuencia de alguna enfermedad o tratamiento médico.